Templo de los Dioses

Guardiana del cielo

El templo de los Dioses

¿Una petición? ¿Idea? ¿Simplemente una visita de cortesía? ¿Quizás pedir socorro?
Este es el templo de los dioses, situado en lo más alto… Desde donde se tiene una vista magnífica de todo su reino ‘’el cielo’’. Podréis venir aquí a hacerles cualquier pregunta, ellos despertarán y os ayudarán… Tenerlo por seguro…
A propósito, nunca intentes convencer a los dioses de alguna idea malvada, son inteligentes y lo más seguro es que te destierren.

Invitado

Llegué por los alrededores del templo revoloteando, ayudada de mis alas. Hice piruetas arriba y abajo, contemplando la increíble vista. Una vez lista, mes senté en el borde del templo mientras balanceaba mis piernas, disfrutando aún de aquél increíble cielo.

Invitado

Llego como puedo, volando a mi manera. Veo a una ángel que parece simpática y decido acercarme a ella, intentando no caer en el instante. Nunca había volado hasta tan arriba y el vertigo me amenazaba cortante.

- Hola - Saluda con una sonrisa a modo de saludo.

Invitado

Sacudí un poco mi cabeza con monería y observé a la chica que tenía delante con una amplia sonrisa en los labios.
- ¡Buenas tardes! - saludé con efusividad, estaba alegre, como siempre.

Invitado

Observo a la chica, como bien había deducido hacía unos segundos era simpática y además mona, era perfecta para pasar un rato con ella.

- Me llamo Reira, encantada - Vuelvo a sonreír y me acerco más a ella, hasta quedar a su lado. Miro hacia abajo asustada, no me gustaba ese lugar aunque, por lo que había visto parecía el templo de los dioses que tanto había escuchado hablar sobre el. - Soy una vidente de 14 años, exactamente

Invitado

- Pues yo soy una principada de 15 primaveras, exactamente =D - me presenté como ella. Luego le mostré una mano y sonreí de nuevo - yo soy Liz, un placer

Invitado

- ¿15 primaveras? - Río contenta, nunca había escuchado esa expresión y me hacía gracia.

- Qué nombre tan bonito - Digo curiosa - ¿Los principados os caracterizáis por vuestro vuelo, me equivoco?

Invitado

Me quedé un instante pensando al escucharla y le eché un vistazo a las alas de mis pies. Asentí entonces, lentamente.
- Sí, eso creo - respondí, sin perder la sonrisa.

Invitado

- Pues yo tengo vertigo , mira que es triste que un ángel tenga vertigo pero yo soy así de... "diferente" - Acompaño estas palabras con una dulce sonrisa. Me fijo con sus alas pequeñas situadas justo detrás de los tobillos.

- ¿Y estas alas para qué sirven? ¿Para volar más rápido? - Pregunto cada vez más curiosa, era la primera vez que veía a una principada en directo.

Invitado

Empecé a reír sin parar al escuchar eso de 'vértigo'. La verdad es que era gracioso que siendo un ángel tuviera algo de eso.
- Es gracioso ^-^ - le contesté - ¿las alas? pueees... no sé, supongo - me encogí de hombros.

Invitado

Me río junto a ella al ver que le hace gracia lo de vertigo, era normal, yo tampoco había escuchado a ningún ángel que le diera vertigo el cielo .___.

- Liz, me ha encantado conocerte pero ahora tengo que marcharme que Kan, mi hada me necesita - Le sonrío por última vez y salgo volando pero no antes de caerme al empezar el vuelo.

Salgo.

Invitado

La despedí agitando la mano frenéticamente y emprendí el vuelo yo también.